La cuestión de los límites de la Reserva sigue sin aclararse y pareciera encontrarse en una especie de limbo del que nadie quiere hacerse cargo.
La mediación convocada por el Municipio exclusivamente para dirimir el tema de los límites no llegó a concretarse porque el Club nunca se presentó a pesar de los numerosos llamados que le hicieron desde el Colegio de Abogados de MdP. La Fundación Reserva Natural Puerto MdP terminó por retirarse de la mediación –justamente decepcionada- después de esperar más de 90 días una reunión entre las partes para acordar los límites con el Club.
En resumen, la convocatoria a la mediación parece haber sido una maniobra más del Municipio para ganar tiempo y no hacerse cargo de lo que la ley provincial de medio ambiente dice que le corresponde: detener las obras del club hasta tanto se haga el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).
Para aquellos que no tienen ganas de leer toda la ley 11723 de la Provincia de Buenos Aires, transcribimos: anexo II punto 2 dice textualmente: “Proyectos de obras o actividades sometidas al proceso de evaluación de impacto ambiental por la autoridad ambiental municipal […] serán sometidos a evaluación de impacto ambiental municipal los siguientes proyectos […] Emplazamientos de centros turísticos, deportivos, campamentos y balnearios.” Y, en el artículo 23 dice: “Si un proyecto de los comprendidos en el presente capítulo comenzara a ejecutarse sin haber obtenido previamente la declaración de impacto ambiental, deberá ser suspendido por la autoridad ambiental provincial o municipal correspondiente. […]”
En varias oportunidades funcionarios municipales, incluyendo al propio secretario de gobierno Marcelo Artime, dijeron que no les correspondía hacerse cargo de detener las obras, y mucho menos del proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), simplemente porque la jurisdicción es provincial, desconociendo el texto de la ley 11723. Curiosamente en 2006 el Municipio se encargó de solicitar el proceso de EIA al balneario Arenas Blancas, que –como todos saben- también es lindero a la Reserva Natural Puerto MdP y se encuentra en terrenos provinciales. Al hacerle notar este detalle algo incongruente el secretario de gobierno Marcelo Artime dijo desconocer que eso había sucedido y prometió averiguarlo.
En julio pasado el Club se presentó ante el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) y anunció que no iban a construir un estadio, sino un polideportivo y una pileta, para lo cual entregó un proyecto. El OPDS el 14 de octubre de 2011 por medio de la disposición 2214/11 le solicitó al club 3 cosas: 1º suspender las obras (por el artículo 23 de la ley 11723 citado más arriba); 2º los intima a presentar el estudio de impacto ambiental, primer paso del proceso de EIA (por el artículo 10 de la ley 11723) y, 3º textualmente: “Intimar al Club Atlético Aldosivi a presentar ante este Organismo Provincial documentación suficiente a fin de acreditar los límites del terreno que ocupa el club, así como efectuar las gestiones necesarias a fin de que tales límites puedan ser identificados in situ”.
El Club nunca cumplió con ninguno de los 3 ítems de la disposición 2214/11 la cual entre sus considerandos menciona justamente que el Club efectuó obras por fuera de la superficie que les fue cedida por la ley 14193 (que es la que les cede el predio por 30 años). Otra vez citando textualmente la disposición 2214/11 del OPDS: […] “en virtud de lo observado, que las obras en cuestión han afectado una superficie mayor a la que le fuera asignada a la entidad deportiva en el marco de lo previsto en la Ley Provincial Nº 14.193”.
El incumplimiento del Club a esta disposición generó una posterior clausura, que tampoco se cumplió, como es de público conocimiento.
Volviendo a la actualidad, el Club le anunció al OPDS que no construirá ningún estadio, por lo que el OPDS –luego de analizar el proyecto entregado por Aldosivi- emitió la resolución 193/12 en la que levanta la clausura de las obras y anuncia que el Club debe someterse al proceso de Evaluación de Impacto Ambiental Municipal. Textualmente: “Dejar expresamente establecido que el Club Atlético Aldosivi deberá hacer las presentaciones que correspondan ante la Autoridad Municipal, a fin que la misma se expida en el marco de lo establecido en la Ley Nº 11723 anexo II punto II 2b”.
Nuevamente el OPDS hace referencia a los límites y mensura en esta nueva resolución: “Comunicar al Club Atlético Aldosivi que las obras deberán ajustarse a lo declarado en la documentación técnica presentada, alcanzando únicamente la superficie consignada en la misma.”
¿Qué está pasando ahora?
El Club ha dedicado los últimos días a retirar toda la vegetación que bordea el alambrado perimetral de la Reserva, para luego retirar el alambrado (que fue puesto por el Municipio a raíz de una gestión de la Fundación Reserva Natural Puerto MdP) y colocar un nuevo y flamante alambrado, pintando los postes de verde.
Recordamos que cuando comenzaron las obras, en septiembre de 2010, el club retiró todos los alambrados y paredones separaban su predio de la laguna principal de la Reserva. Desde ese momento desapareció cualquier separación visible entre el Club y la Reserva.
El OPDS nunca dio de baja la disposición 2214/11, donde -como acaban de leer- dejan claro que el Club INVADIÓ parte de la Reserva y sus obras afectaron una zona por fuera de la que les corresponde. ¿Debemos entonces reclamar ante el OPDS que el Club está alambrando una zona invadida? O, como el OPDS se desligó del tema pasándoselo al Municipio tal como dice la ley 11723 y expresamente la resolución 193/12 del 1º de agosto pasado, entonces ¿Debemos reclamarle al Municipio que detenga las obras?
¿O quizás lo mejor es reclamarles a ambos?
Como ven la cuestión de los límites se encuentra en un limbo y mientras los funcionarios municipales y provinciales miran para otro lado la Reserva sigue siendo invadida y destruida.
Total, a nadie le importa… (O le importa a unos pocos).
El Club cambia el alambrado perimetral de la Reserva claramente POR FUERA DEL TERRENO QUE LES FUE CEDIDO. ¿Para qué? ¿Para quedarse con toda la Reserva quizás?...
No sabemos, pero eso parece.
¿Los habitantes de Mar del Plata nos vamos a quedar callados mirando como se apropian de un lugar ilegalmente, realizan obras clandestinas sin ningún tipo de aprobación legal y destruyen la única reserva urbana de la ciudad?
No sabemos, pero eso parece.
Texto y fotos: María José Solis
Estimación zona invadida: Arq. Silvana Coronel