Ayer jueves 17 de
octubre de 2013 dos cursos de 4º grado de la Escuela 55 visitaron la Reserva
Natural Puerto Mar del Plata.
Una alumna de 4º
A, Rocío Belén Monke encontró en el suelo, entre la hojarasca del bosquecito,
un pichón de torcaza (Zenaida auriculata)
que cayó de su nido. El pequeño animal estaba helado y deshidratado,
probablemente hubiera muerto en pocas horas de no haber intervenido Rocío.
Rocío sostiene entre sus manos el pichoncito que rescató
El pichón fue
rescatado gracias a la intervención de esta niña, le dimos los primeros
auxilios (calor, hidratación) y posteriormente fue derivado al Refugio Alado Aloha, donde se encuentra
en rehabilitación. Dentro de algunos meses, cuando sea una torcaza adulta y
pueda valerse por sus propios medios, será liberada nuevamente en la Reserva.
Para muchos quizás
esta es un anécdota menor, una más de las tantas anécdotas de las
visitas guiadas, para nosotros no es una más, porque en estos pocos años han pasado casi 7.000 niños en las visitas y realmente pocos demostraron la sensibilidad de Rocío. Nuestro proyecto educativo va más allá de la interpretación ambiental y, humildemente, trabajamos también educación en valores. Rescatamos los valores que esta niña ha aprendido en su hogar, en su escuela y en su grupo scout (Rosario Vera Peñaloza) y estamos más que orgullosos de haberla conocido. Porque nosotros queremos que muchos niños tengan el amor y la sensibilidad que tiene Rocío hacia los animales, y esperamos que nunca la pierda. Y también esperamos que a medida que crezca esa sensibilidad se transforme en acciones solidarias y de protección del ambiente.
visitas guiadas, para nosotros no es una más, porque en estos pocos años han pasado casi 7.000 niños en las visitas y realmente pocos demostraron la sensibilidad de Rocío. Nuestro proyecto educativo va más allá de la interpretación ambiental y, humildemente, trabajamos también educación en valores. Rescatamos los valores que esta niña ha aprendido en su hogar, en su escuela y en su grupo scout (Rosario Vera Peñaloza) y estamos más que orgullosos de haberla conocido. Porque nosotros queremos que muchos niños tengan el amor y la sensibilidad que tiene Rocío hacia los animales, y esperamos que nunca la pierda. Y también esperamos que a medida que crezca esa sensibilidad se transforme en acciones solidarias y de protección del ambiente.
Porque, en serio,
pensamos que los chicos que hoy tienen una linda experiencia en la naturaleza,
crecerán y serán adultos que no serán indiferentes ante los problemas
ambientales y quizás (ojalá) sean adultos interesados en la conservación de la
naturaleza.
Gracias Rocío
Belén Monke por recordarnos para qué llevamos adelante el proyecto educativo en
la Reserva, porque creemos que nuestra diminuta semilla prende en corazones
como el tuyo. Te agradecemos también por haberle salvado la vida a una pequeña paloma
que, gracias a vos, un día volverá a volar libre en la Reserva.
Fotos:
María José Solis y Alejandro Daniel Sánchez
Diseño
de afiche: Ángela Ferrari