Hace pocos días
algunos medios de prensa reprodujeron las afirmaciones del abogado del Club
Aldosivi, Valentín Grasso quien, entre otros comentarios falaces afirmó que: “Aldosivi solo
emparejó y desmalezó un sector que estaba olvidado por los marplatenses. Era un
basural, un foco infeccioso, se cometían delitos, un aguantadero de
malvivientes, etcétera” (sic)*. Al
Departamento Educativo de la Fundación
Reserva Natural Puerto Mar del Plata le resultaron altamente
llamativas estas afirmaciones debido a que el señor Valentín Grasso firmó la
autorización para que su hijo recorriera la Reserva en horario escolar, con sus compañeros de
curso y docentes durante 2012. Si el señor Grasso tenía internalizados estos
conceptos sobre la Reserva
es altamente curioso que haya autorizado que su propio hijo participara de una
visita guiada en un sitio tan peligroso y poco recomendable según sus propias
palabras.
En diálogo con
radio 10, el señor Grasso también afirmó que “Se recuperó una zona para la población donde
hoy transitan más de 500 chicos para realizar deportes. Por eso es
llamativo todo.” (sic) * Curiosamente la Reserva Puerto Mar del Plata,
un espacio al que este abogado considera un sector olvidado y en estado de
abandono, es utilizado por muchos más chicos que las instalaciones del Club. Anualmente
más de 3000 personas, en su mayoría niños en edad escolar, como el hijo de
Valentín Grasso visitan la
Reserva en el marco del Programa
de Educación e Interpretación Ambiental que lleva adelante la Fundación Reserva
Natural Puerto MdP. Además, el EMTUR solicita regularmente visitas para público
en general al Departamento Educativo de la Fundación , como las que se llevarán a cabo en las
vacaciones de invierno dentro del programa de Paseos para Gente Inquieta. Por todo esto lo que llama la atención es
que el abogado de Aldosivi afirme que el espacio ha sido recuperado, cuando es evidente que las acciones del Club han
afectado negativamente al ambiente natural de la única reserva urbana de la
ciudad de Mar del Plata, y el reciente fallo de la Cámara Federal de Apelaciones
simplemente confirma los reclamos que la Fundación Reserva
Natural Puerto MdP y otros organismos de la sociedad civil vienen haciendo
desde el inicio de las obras, hace 35 meses.
Fotos: María José Solis